Soy mala y me gusta serlo!!!

Sección inaugural: Transporte público.

Maniobra 1:
Tomar el subte D a las 18:00 en "Catedral" hasta la estación "Facultad de Medicina". Acercarse a la salida impulsados por la necesidad de bajar y, al abrir sus puertas el vehículo, extender ambos brazos en posición horizontal bloqueando la entrada. Luego, al grito gasallesco de "atráaassssssssssss", esperar a que la manga de infradotados que pensaban ingresar a toda costa (en muchos casos por sobre los cadáveres de aquellos que osaran bajar) se calme.

So-li-da-ri-dad...sábados de la bondad!!!

Hola amigos: Soy leonardo Simmons...
No, mentira. Soy Violeta. No, mentira...
Bueno, lo único que va en serio es el mangazo.
¿Recuerdan que perdí los famosos cds enganchados dj-violet? Bueno, la cosa es que estamos considerando hacer una fiesta el 24 a la noche (ya que estamos, escucho opiniones: ¿la hago o no la hago?), pero sin invitaciones a amigos de amiga de amigo del primo de Ricardo. Abierta, sí. Popular, no.

La yaya dixit en vivo y en directo



Para los que la querían en vivo y en directo: aquí la tienen.
Con su hit "Es un cantamañanas".
Para muestra de la yaya, un pequeñito botón.

Como convertirte en la persona que más odias en todo el universo

Paso 1: Pasar años preparando música para fiestas, editando las mezclas cuidosa y prolijamente y copiando cada uno de esos sets en prácticos cds intitulados con gloriosos nombres altamente representativos: Multitrack Pau 1: la entrada en calor, Dodifest 1, Poppunkelectro para la segunda hora, etcétera.

Poni Hoax

¿Qué tipo de música debe escuchar una en momentos en los que las cosas están complicadas?
En mi caso, música pop. No falla.
Después de un día de haber estado lidiando con problemas densos (como por ejemplo, conseguir algún contacto en el hospital Maria Curie o en el Roffo y que le adelanten a mi vieja el turno que le dieron para hacerle rayos: si alguien sabe de algo, me chifla, ok?), calzarse los auriculares y escuchar música liviana, con un buen ritmo y lo más pegajosa posible es el mejor remedio.

Feliz coincidencia 2

Loco, no se puede creer.
En serio. La semana pasada fue lo de Luciano y ahora esto...
Lo posteo porque es demasiado.

Resulta que yo tengo una madre. ¿Se acuerdan de la señora del post del lavarropas que tanto los hizo cagar de risa hará cosa de un año? (Ma, no te enojes, no lo voy a contar más!)
Bueno, resulta también que esa madre estudia psicología.

Hablando del disco homenaje a Don Cornelio...

Un comentario me hizo recordar una anécdota.
Era la época del primer disco de Los Visitantes (un disco que a mí me gusta bastante) y una noche decido ir a verlos (quedó sólo en la decisión nomás, porque mi vieja no me dejó ir sola... Ay, ay, ay... en cuanto a mi adolescencia y los shows hay tanta tela para cortar!!!!!!)

El mundo es una ovejita

Nunca supe por qué se dice "el mundo es un pañuelo". OK con el mundo es un poroto, por lo pequeño (aunque hay cosas que simbolizan mejor este aspecto). Pero: ¿qué tipo de relaciones se establecen entre las sustancias que uno podría encontrar en un pañuelo? ¿Dónde está el azar en un pañuelo con mocos y todo tipo de restos de comida?

Tremendo!

A raíz de un comentario recibido hoy en mi blog, me percaté de algo: el sábado pasado, en la fiesta de Juli y Cari no sonó TODO lo que tenía que sonar.

HEYDONCO!

Hace un tiempo me bajé HeyDonco!, un homenaje a Don Cornelio y la Zona hecho por bandas under. Lo escuché recién hace unos días, no sé si por la falta de tiempo o por la falta de fe (Don Cornelio me gustaba mucho, así que supongo que es comprensible).

Jueguito

Muchas veces, al escuchar música, encuentro un pequeño fragmento, rasgo, color en un tema que, voluntaria o involuntariamente, se relaciona con otra canción. Mi memoria, en general, es muuuuy floja, pero en lo que atañe a melodías, acordes, bases, ritmos puedo decir que está bastante aceitada.

La yaya dixit


Hasta el domingo pasado, había contemplado muchas veces la posibilidad de inaugurar la sección "la yaya dixit", pero siempre mi memoria fallaba y se diluían en la nada verdaderas joyas del discurso yayístico. Incluso, es posible que este preciso intento quede en un mero amague.
Que sea lo que sea, pero de todos modos quiero dejar en claro que los comentarios de la yaya se merecen una sección entera y me arriesgo a pensar que podría existir un blog llamado "lodijolayaya.blogspot.com".
Decía que, hasta el domingo pasado, siempre había tenido la idea fugaz (como tantas otras) y luego nada me movilizaba a realizarla.

ACLARACIÓN: Los que entran a este blog sin conocerme y, por lo tanto, no saben de quién estoy hablando, se perderán de una magia que yo no puedo transmitir por esta vía. Mi abuela es un verdadero personaje. Y ya sé que todos piensan que sus abuelas también son personajes, pero en este caso creanmé que estoy hablando de un caso muy serio, fuera de todo manual posible.

En fin, la cosa es que mientras veíamos la final del campeonato mundial de fútbol, hubo una seguidilla de frases memorables que no pude dejar escapar.
Acá van, y explico antes que estamos hablando de una persona que ve muchas horas semanales de fútbol, dado que el yayo es un gran consumidor y ella por propiedad transitiva se prende a la pantalla como una más. (De hecho, hace poco me preguntó por qué todavía no la había felicitado por el campeonato que había ganado el Barcelona)

1- Cuando Francia hizo el primer gol, en el intento de un gesto solidario con la derrota argentina:
"Qué bueno que gane Francia porque a los alemanes los odio"

2- Mientras se pateaban los penales (y ya adavertida por nosotros de que el rival de Francia no era Alemania sino Italia):
"Una pregunta: cuando el jugador italiano patea...¿el arquero que ataja es italiano o francés?

3- Cuando estabamos todos especulando por qué Zidane había pegado el cabezazo y, tal vez, considerando que cuando empezó el partido el yayo había comentado que Zidane es millonario:
"Y tal vez le pagaron para que lo hiciera"

No sería yo (trapitos al sol)

Me gusta la idea de pensar que los objetos culturales son consumidos. Pero para concebir esto, necesito desvincular la palabra consumo de todos aquellos sentidos que rechazo y quedarme con el que más me simpatiza. En principio, vamos a aceptar que el término, así desnudo, es bastante asqueroso ya que nos puede remitir a campos indeseables como el de lo masivo, lo que se engulle sin digerir, el fast-food, el trago obligatorio de boliche, el capitalismo y todo lo que ustedes quieran sumarle a esta lista. Sin embargo, también es cierto que la idea de un objeto consumido remonta a la imagen de algo que, como podríamos decir del fuego, se está consumiendo, muriendo, gastando y se convierte de a poco, en algo consumado, acabado, extinguido.

Además de estas asociaciones, podemos establecer otras un tanto más felices y apuntar que en Costa Rica, por ejemplo, una consumida es una zambullida (tirarse de consumida es zambullirse en el agua) y, en este caso, la expresión se vincula a la idea de lo refrescante, lo que renueva. Modelo el concepto a mi propio paladar con estos dos extremos: lo fresco y lo que agoniza.


La intro viene a cuenta de que el otro día, ordenando un poco mis discos, pensaba en cómo ellos guardan claras marcas de mi propio consumo. En particular esos de tapa rota, que se desarman al tomarlos o, en el peor caso, vuelan por los aires. También están aquellos en los que el arte interno, justo donde figura la letra que canté mil veces, conserva huellas dactilares de tinta a base de mermelada de durazno. Ni hablar de los que archi-rayados llegaron al punto de no admitir la escucha de un sólo tema siquiera (no sé para qué los guardo).
Este tipo de cosas, generalmente, me hacen sentir nostalgia. Me gusta recordar el momento en que flameaban, gracias al resplandor del plástico que los resguardaba de mi futuro fanatismo y a veces deseo poder volver atrás para saborear la primera escucha, ese momento en que disfrutaba lo novedoso del asunto.


Lo que sigue a continuación, se podría decir que es un poco de exhibicionismo. Se trata de un inventario de lo que, musicalmente, fue conformando mi personalidad. Lo armé no sólo para recordar a todos esos objetos que se fueron consumiendo en mi reproductor y en mi gusto musical, sino también para explicar las razones por las cuales llegué a ser tan ecléctica, tan poco definida en mis preferencias y, muchas veces, contradictoria.
Con ese propósito, me embarqué en recordar qué discos/casetes habían sido "gastados" a lo largo de mi vida. No sería yo si no los hubiera tenido y por más que algunos (¡no todos!) hoy me resultan patéticos, no me arrepiento de ninguno. Todo lo que escuché a lo largo de mi vida me convirtió en quien soy, todos colaboraron y provocaron que yo hoy sienta, perciba, sufra, goce de modo intenso la música.
Acá están, por orden cronológico, no siempre según las fechas de edición, sino siguiendo mi propio orden que se estructura de acuerdo a los años en los que los fui escuchando.

Va la parte 1, que se podría intitular “Infancia y adolescencia temprana” (otro día con más pilas, posteo la parte 2). Seguro me estoy olvidando de un montón, ya los agregaré a medida que los recuerde.

1978-1980: Cantaniño, de Cantaniño, (no sé de que año es este disco, mi vieja lo ponía mucho).

1979-1980: Música para niños Vol. 1 y 2, de Conjunto Pro Música de Rosario (de todos los clásicos, "Samba le le" era mi predilecto).

1983: Pipes of Piece, de Paul McCartney, 1983. Acá empezó mi idilio con el cuarteto de Liverpool. Un disco bastante flojo, pero gracias al que yo descubrí unos años después a The Beatles.

1984: Wadu Wadu, el primero de Virus, editado en 1981 (mi papá lo compró en el 84, cuando salió Relax, lo escuchábamos en el auto siempre y cuando mis viejos cedieran a mi pedido de no poner a Serrat a quien yo detestaba fervientemente).

1984: Relax, también de Virus, 1984, donde estaba mi tema favorito: "Completo el stock".

1985: Madonna, el primer disco, de 1983. Mi verdadera iniciación al pop. La verdad es que a mí escuchar Madonna me hizo muy bien...oh sí!

1985: Locura, Virus (una catarata de hits y a esta altura ya me estaba fanatizando).

1985: Ciudad Catrúnica, el segundo disco de Viuda e Hijas de Roque Enroll, 1985 (que empezaba con "Lollipop" y terminaba con "Que le digo a los chicos")

1986: Suena Tremendo, Tremendo. La verdad es que no sé si no estoy mandando fruta con respecto al nombre del disco. Estoy casi segura de que fue en el 86 que tuvieron ese hit que decía "golpeando con las palmas, suena tremendo, con este ritmo loco" (que en realidad era un tema que hacían los españoles de Mecano).

1986: Vale cuatro, el tercer disco de las Viuda e Hijas de Roque Enroll, 1986 (todo el mundo en esa época tenía ese casete)

1986: The Woman In Red, de Stevie Wonder, editado en 1984. Lo pedí como regalo de cumpleaños en el 86, creo, porque había visto la película. Unos años después escuché los discos posta de Wonder y quedé pegada.

1986: True Blue, de Madonna, 1986. Acá estaba "Live to tell", un lento que inevitablemente me ponía la piel de gallina.

1987: Notorius, de Duran Duran, 1986. Era música de las chicas del secundario, pero vía hermanas mayores me llegó.

1989: Counterfeit, de Martin Gore, 1989. Me lo regaló un primo más grande. Lo gasté (literalmente, ya que se borró todo sonido de la cinta) sin tener idea de quién era Martin Gore.

1989: Wild!, de Erasure, 1989. ¿Quiénes de los que en esa época teníamos 12 no tenían ese casete?

1989: Cosmic Thing, de B-52's, 1989. Los "rápidos" de los bailes de séptimo eran de B`52.

1989: Dulce Navidad, de Attaque 77, 1989. Sucede que los muchachos de Flores ensayaban enfrente de mi escuela, y por eso los conocí tan tempranamente. Circulaba un casete y no sé cómo un día llegó a mis manos (ya que Attaque era propiedad de los varones del grado). Recuerdo que hubo reunión de padres, alarmados todos porque unos pendejos de 11 años cantaban "Gil, tu mujer se encamó con un pitufo".

1989: Por mirarte, de Calamaro, 1988. Estuve mucho tiempo enamorada de Calamaro (por suerte ya se me pasó). Todo comenzó con este casete.

1990: Violator, de Depeche Mode, 1990.

1990: Confesiones de invierno, de Sui Generis, 1973. (Y sí, muchos tuvimos una etapa fogonera)

1991: Almendra, de Almendra, 1970. No estoy segura, pero creo que se lo afané a un tío.

1991: Moris, 30 minutos (o algo así), de Moris. Una de esas compilaciones de $5 que compré en Musimundo. Estaba encantada con él y con el tema "Pato trabaja en una carnicería".

1991: Joyride, de Roxette (Jua!!!!!!, qué hija de puta), 1991.

1991: Little Creatures, Talking Heads. Este me lo regaló Fito. Me acuerdo perfectamente. Ni bien lo vi pensé: ¡uh, lo voy a tener que cambiar, a estos quién los conoce! En la primera escucha me rompió la cabeza.

1992: Rubber Soul, Revolver, Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band, Album Blanco, Abbey Road y mejor decir TODA LA DISCOGRAFÍA DE THE BEATLES JUNTA, 1963 a 1970. Me los devoré todos en tiempo record. El primero que compré en cd, cuando me regalaron el aparato, fue Rubber Soul. Creo que en el 92 lo único que escuché fue a esta banda.

1993: Techniche, de New Order, 1989. A mí me New Order y la movida de Manchester me llegó después porque nací un par de años tarde. Pero, una vez vi una remera en el local donde yo solía comprar boludeces rockeras y quise saber qué era esa banda.

José Motorola se la come y sus empleados se la dan

No sé cuanto tiempo pasó desde que los celulares se volvieron objetos invisiblemente asimilados en la vida de las personas. Lo que sí sé es que por no tener celular, he recibido todo tipo de comentarios de amigos y famila acerca de "lo loca" que soy por no tener uno. Mi hermano me dijo varias veces que no entiende por qué me resisto tanto. Lo curioso es que el hecho de no usar celular nunca fue para mí un acto de resistencia, sino una cuestión relacionada al simple hecho de que, por cómo está estructurada mi vida, nunca sentí la necesidad de comprarme uno.

2 comentarios 2

Acerca del fin de semana...
1- Jueves: Fui a ver a los chicos de Bauer y me sorprendieron bastante. En vivo tienen una veta de rock setentoso, yo diría casi progresivo, que no se destaca tanto en el disco.
La anécdota de la noche la marcó el público, que a la espera de Bauer presenció el show de Mi Tortuga Montreaux. Yo me pregunto, independientemente de si lo que hace Marcelo Ezquiaga es digno o no de alguna expresión de rechazo: ¿era necesario silbarlo al pibe?, ¿no se podían ir afuera si no les gustaba? A los que respondieron en voz alta: "cómo será el peor disco...", ante el comentario del cantante sobre su tercer disco como el mejor de todos, ¿no les genera ni la más mínima "cosita" ser tan maleducados?

2-Viernes: Intenté ir a ver Coiffeur y Turpentine al Centro Cultural San Martín. Se suspendió por paro del personal.
Valoro muchísimo la actitud de los músicos de acercarse hasta el lugar para explicarle a la gente personalmente, ya que se enteraron por la tarde y no pudieron avisar.
Turpentine no pudo hacer nada por el tipo de propuesta eléctrica que ofrecen, pero Coiffeur se llevó su guitarrita y se puso a tocar en en la explanada del lugar para aquellos que
estábamos ahí. Hacía un poco de frío, pero valió la pena.

Fiesta en casa...

¿Alguien me recomienda alguna consolita de dj virtual para instalar en la compu? La idea es que mezcle automáticamente (y lo más decente posible) los temas y me permita bailar en mi propia fiesta.
Ya que estamos, pueden sumar un tema indispensable para este sábado.

Please Please Please, Let Me Get What I Want

Dando vuelta por algunos mp3 blogs llegué a Songs Illinois y encontré una muy buena versión del tema de The Smiths "Please Please Please, Let Me Get What I Want", hecha por un grupo llamado "The Lancaster Orchestra".

La música que escuchan todos...

Hace rato que quiero escribir sobre lo que sigue. Las ganas me vinieron una noche, después de participar de una conversación que, con el transcurso de las horas y la mengua del vino, se acaloró de un modo muy curioso y después se derritió. Una especie de discusión a baño maría entre un amigo, mi novio y yo.

Estábamos en casa, charlando relajados después de cenar. La primera piedra la tiró mi novio al reprocharme por no haber puesto música de fondo y hacer el comentario de que cuando estamos con amigos yo nunca musicalizo por motu proprio (se ocupó de recordármelo porque está harto de pedirme que haga esto). Además, tuvo la insolencia de decir que no entendía para qué tenía yo tantos discos, si después de todo los escuchaba sólo cuando me ponía el discman. En definitiva, me acusaba de cierta actitud egoísta en relación a compartir mi música.

En ese momento, como no me sentí tocada por el disparo, prácticamente no reaccioné. Pero me quedé pensando en que tenía razón: últimamente cuando viene gente a casa no me sale ir a buscar un disco para que suene de fondo. A menos que alguien pida algo en especial o que el objetivo de la reunión sea escuchar música (tengo un amigo con el que nos juntamos a cambiar figuritas y, en esos casos, yo diría que desde que nos saludamos hasta que busco los discos deben pasar unos 20 segundos como máximo). Tampoco funciono así cuando la idea del encuentro es bailar (casi todos mis amigos padecieron algún set de Dj-P).

Me quedé carburando todo esto para dar una respuesta que refutara la acusación de "canutismo musical" que pesaba sobre mí (¡qué odiosos los canutos, esos que creen que tienen la posta y se la guardan para su solitario onanismo!). La verdad es que esa conducta me resulta un poco contradictoria si la comparo con el resto de mis actitudes. Sobre todo porque yo me considero, en cuestiones musicales, una persona muy generosa. Se trata de una cuestión que me sale naturalmente y tal vez linde con el egocentrismo: querer que mis amigos escuchen lo que yo escucho, creer que a los demás la música les puede hacer tan bien como a mí, pensar ingenuamente que todo el mundo experimenta del mismo modo el simple y a la vez complejo proceso de escuchar música.

Todo esto, aunque no lo parezca, explicaba bastante el problema y entonces, después de un rato retruqué: "Si pongo la música que a mí me gusta mientras hablamos, no la puedo escuchar. O mejor dicho, si mientras hablo con ustedes suena música que me gusta, no los puedo escuchar". Y es muy cierto. Toda la vida me pasó. Recuerdo que cuando era adolescente tenía la idea de ser la persona que más gozaba de la música en todo el planeta. Sentía que a los demás no les entusiasmaba tanto como a mí, que no les generaba emocionalmente lo mismo o que no se abstraían tanto del mundo como yo. Alguna vez experimenté la necesidad de ir a apagar el reproductor porque alguien me contaba algo importante, y yo no podía prestar atención. Es que para mí, la música no puede estar "de fondo": yo soy de las personas que jamás pudieron estudiar en un bar.

A pesar de esto que cuento, siempre fui una activista de la difusión musical. A aquellos amigos que alguna vez demostraron un mínimo interés, les he taladrado la cabeza persiguiéndolos para que escucharan tal o cual disco. Unos cuantos me van a dar la razón.

Esto, entonces, derivó hacia la pregunta por la medida del disfrute. A mí me gusta muchísimo la literatura, me he quedado miles de noches en vela para llegar hasta el final de alguna lectura que me impactó profundamente. Estudié una carrera relacionada con la literatura. Pero ni a palos es lo mismo. Y no sabría explicar por qué. También me gusta mucho el cine, que podríamos decir que abarca a estas dos artes, pero tampoco hay punto de comparación. ¿Será una cuestión de gusto nomás o tendrá que ver con modos de percibir y elaborar determinada informacón?

¿Experimenta el mismo tipo de placer aquel al que le apasionan las artes plásticas? ¿y el que se muere por el fútbol? De esto estábamos hablando cuando se armó. Según Gaby, para que una persona pueda sentir placer haciendo algo, tiene que ser mínimamente buena en aquello que hace o, por lo menos, tiene que tener algún tipo de facilidad para esto. Inmeditamente argumentó que mi caso se explicaba por este principio: según él, a mí "me sale" tocar un instrumento o bailar (no significa que lo haga brillantemente, sólo que tengo alguna disposición para eso), y como no me requiere un esfuerzo descomunal, entonces me gusta. Yo retruqué que no tenía nada que ver una cosa con la otra, que gustar de la música es una cosa, practicar música es otra y bailarla, otra completamente diferente. No compró mucho, pero por lo pronto cambió la perspectiva.

La cosa ahora pasaba por el hacer. Gaby cree que nadie puede gozar haciendo algo para lo que es torpe, para lo que no está dotado, nadie puede disfrutar con algo que hace verdaderamente mal. Pablo refutó enumerando ejemplos que no cumplían con la premisa. A mí me vino a la mente la idea del pibe que toca la guitarra desastrozamente y, a pesar de eso, persevera (no importa si triunfa o no, porque esa no es la discusión). O la del tipo que está esperando toda la semana que llegue el viernes para ir a jugar al fútbol y es de madera terciada. Ante eso, la pregunta fue: ¿esas personas se dan cuenta de lo mal que tocan la guitarra, juegan al fútbol, etc? Sí, fue la respuesta de Gaby. Eso se sabe. ¿Y entonces?, ¿qué querés decir con "bien" o "mal"?, pregunté. Desenvolverse, me contestaron. En teoría, estábamos hablando de desenvoltura y no de destacarse. A mí me pareció que no. Al final, yo ya no sabía muy bien de qué se trataba la charla, pero me dio la impresión de que en este tema nadie podía hablar por fuera de su propia experiencia.

En fin, después de gritar un poco por la borrachera, la cosa siguió por otros lados y no hubo ningún acuerdo. Mejor así. Bah, no sé.

Hello, Goodbye

(Beatles)
You say yes, I say no.
You say stop and I say go go go, oh no.
You say goodbye and I say hello
Hello hello
I don't know why you say goodbye, I say hello
Hello hello
I don't know why you say goodbye, I say hello.

I say high, you say low.
You say why and I say I don't know, oh no.
You say goodbye and I say hello
(Hello Goodbye Hello Goodbye) hello hello
(Hello Goodbye) I don't know why you say goodbye,
I say hello
(Hello Goodbye Hello Goodbye) hello hello
(Hello Goodbye) I don't know why you say goodbye
(Hello Goodbye) I say goodbye.

Why why why why why why do you say goodbye
goodbye, oh no?

You say goodbye and I say hello
Hello hello
I don't know why you say goodbye, I say hello
Hello hello
I don't know why you say goodbye, I say hello.

You say yes (I say "yes") I say no
(but I may mean no)
You say stop (I can stay) and I say go go go
(till it's time to go oh), oh no.
You say goodbye and I say hello
Hello hello
I don't know why you say goodbye, I say hello
Hello hello
I don't know why you say goodbye, I say goodbye
Hello hello
I don't know why you say goodbye,
I say hello hello.

Hela heba helloa CHA CHA, hela...

Suenan 3

A la una... Duchess Says: Black Flag (chicas de Canadá)

A las dos... Ezra Reich: I Need A Moment Alone (al pibe le gusta Bowie y se nota)

Y a las...tres... Rose Polenzani: Soul Meets Body (sí, es el cover Death Cab for Cutie!!!)

Canciones Pegajosas



A fines del año pasado, el blog Zona Indie tuvo la muy buena idea de lanzar un compilado de diez canciones que, por estar publicadas bajo la licencia Creative Commons, se pueden copiar, distribuir, exhibir y ejecutar siempre que sea sin fines comerciales y se dé créditos al autor. Las bandas pertenecen a la escena independiente de Buenos Aires y hay varias cosas interesantes. El emprendimiento me parece tan bueno que me sumo a su difusión.
Sin miedo a ser tildados de piratas, pueden bajarlo desde la pagina oficial (¡Viene hasta con arte de tapa y todo!)

Disco Canciones Pegajosas

Seguimos con las chicas nórdicas



Una vez, cuando tenía 12 años, iba con mi hermano Esteban caminando por la avenida Rivadavia hacia el subte y paré en un kiosco. Lo hice casi mecánicamente porque era lo que mi vieja hacía cada mañana antes de ir a trabajar. Nosotros íbamos a buscarla a su trabajo y se ve que a mí me pareció natural hacer lo mismo que ella. Así que paré en ese kiosco y no la imité en el gesto de comprar cigarrilos porque no fumaba, pero sí compré un "súbito" que era la otra cosa que ella pedía junto con sus Jockey suave cortos (aclaro: el "súbito" era una raspadita que estaba de moda en ese momento). Desde la esquina, mi hermano me cagó a pedos porque llegábamos tarde, pero yo me tomé mi tiempo para repetir el ritual.

Cine bajo las estrellas en el Konex



Las películas están buenas (hoy, por ejemplo, dan Happy Together) y el lugar también (no hay que llevarse silla porque allá hay reposeras y sillones). No vi que este ciclo tuviera mucha difusión, así que copio la programación por si alguien está interesado:

lunes 27/02
Happy together (Wong Kar Wai)

martes 28/02
El Silencio del palacio (Moufida Tlatli)

miércoles 01/03
Respiro (Emanuele Crialese)

lunes 06/03
In lhe mood for love (Wong Kar Wai)

martes 07/03
La gente del arrozal (Rithy Panh)

miércoles 08/03
El marido de la peluquera (Patrice Leconte)

lunes 13/03
2046 (Wong Kar Wai)

martes 14/03
El Globo rojo (A!bert Lamorisse)

miércoles 15/03
Hermanas (Julio Solomonoff)

Previa Delfy/Corby

En American, tenemos lo que tú buscas

El año pasado pude conocer New York. Volé a fines de noviembre gracias al sistema de millas de American Airlines del que mi novio era usuario cuando viajaba por laburo. A pesar de que conservo los mejores recuerdos del viaje, todo quedó empañado porque al regresar al país en un vuelo directo los muchachos de American nos perdieron un bolso.

Look! It´s El Perro del Mar




Esto va para los que me preguntaban. Es la chica de la que les hablé.
El Perro del Mar es ella solita. Se llama Sarah Assbrin, es sueca y edita EPs en cd-r (Baby, I've been in a bad place y I've got good news). También tiene un single con Jens Lekman, What's new?
El tema que me gustaba a mí (God Knows) lo saqué de You Gotta Give To Get, su nuevo Ep. También pueden bajarse Look! It´s El Perro del Mar, que es su álbum debut que compila sus canciones editadas en cd-r.

Edit: Acá tienen el enlace para bajar el tema: God Knows