Quien te quita lo reído...

Desde mi punto de vista, el famoso eslogan "La risa es salud" debería ser reformulado en términos más viscerales, algo así como: "cagarse de risa es salud". Digo, una simple risita no es lo mismo que cuando uno tiene esos momentos en los que el cuerpo en su integridad acompaña. En mi caso, debo confesar que los movimientos espásticos son verdaderamente exagerados, pero juro que no es algo que pueda controlar. Tampoco puedo evitar el clásico golpecito de la mano en la mesa escoltando la carcajada. Y ni que hablar del posterior dolor de estómago por estar doblada tanto tiempo.

Cosas en las que creía cuando era chica

En mi niñez (supongo que en la de los demás también) existió una etapa a la que ahora denomino frontera. En este período ya había alcanzado algún raciocinio para sospechar que era lógicamente imposible que un tipo anduviera volando con unos renos por el cielo llevando regalos a los chicos, sin embargo, seguía creyendo en la existencia de Papá Noel.