Burp! Barf! Puaj!

Ayer mientras volvía de visitar a mis viejos, venía pensando en cómo extraño sentarme frente a la computadora y escribir sin apuro, con tiempo para disfrutar del acto per se. Había estado masticando un tema que me conmueve, como para volver a empezar con entusiasmo y lograr que los tantos avatares que tiene mi vida cotidiana no me distraigan de algo que tengo ganas de hacer. Había decidido que si lograba llegar temprano a casa, acostar al niño y dormirlo sin escándalos, iba a encarar el tema pendiente; sin importar que al día siguiente tuviese que madrugar.